Soneto de la dama


El soneto de la dama 

 La majestad florece en lo sereno... 
¡oh manantial de agua cristalina 
−perfección de la gracia femenina−, 
que insondable es el fondo de tu seno!; 

 ¿es que acaso resguardas la doctrina 
que en la esencia de sí misma, ajeno 
siempre deja al curioso y vil veneno 
que imprudente proclama toda ruina? 

 Muestras la flor del fruto de tu esencia, 
y entre más da, más crece su riqueza: 
¡que incansable es el cáliz de tu ciencia...! 

¡dime Diosa!, ¿me gozo en su certeza, 
o acaso gozo aquella trascendencia 
que en sí misma sugiere tal belleza?
 

Comentario

Estos catorce versos pueden reducirse a solamente uno, a saber, el verso tercero de la primera estrofa: −perfección de la gracia femenina−; este verso es el más grande en lo que al significado se refiere. En segundo lugar tenemos el segundo verso de la misma estrofa: ¡Oh manantial de agua cristalina! El orden en que aparecen pone de manifiesto el espíritu del poema: haz de ir de lo terrenal a lo celestial.

Así como la corteza rodea el corazón del fruto, a los extremos de este par de versitos se hallan dos de los atributos propios de la dama. El primero se desarrolla de manera más extensa en el primer terceto que empieza: Muestras la flor del fruto de tu esencia..., y dicho terceto tiene un lenguaje abiertamente cristiano, y puede dar la pauta para darle un significado religioso al poema; en cuanto al segundo atributo, que se expresa como: ¡Qué insondable es el fondo de tu seno!, es desarrollado en el segundo cuarteto, y encierra el misterio de la virginidad.

Finalmente el segundo terceto trata de mostrar al lector que la belleza que pudiera encontrar de manera terrenal, en este caso la de la dama, no es un fin en sí misma: es preciso trascenderla para alcanzar la divina perfección pasiva.

¿Pero entonces, quién o qué cosa es esa dama? Es la «feminidad de Dios» en la tierra; o, usando el lenguaje católico, es a la vez, la mujer verdadera: hija de Juaquín y Ana, y la reina del cielo y de la tierra; aunque en algunos contextos, como en el primer terceto, es la doctrina metafísica, la teología o la santa madre iglesia.

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